“La verdad es que el camino hasta este hotel familiar fue toda una aventura, con carreteras estrechas, aunque mereció la pena.
La habitación, simple, aunque con algunos detalles decorativos llamativos.
Lo mejor: está enfrente de la puerta de acceso a la zona histórica.
El silencio y la tranquilidad son significativos, con apenas coches que molesten y con los sonidos de la naturaleza por doquier.
Un buen desayuno, variado y suculento, en un marco incomparable. Las cenas no pudimos probarlas...
“La verdad es que el camino hasta este hotel familiar fue toda una aventura, con carreteras estrechas, aunque mereció la pena.
La habitación, simple, aunque con algunos detalles decorativos llamativos.
Lo mejor: está enfrente de la puerta de acceso a la zona histórica.
El silencio y la tranquilidad son significativos, con apenas coches que molesten y con los sonidos de la naturaleza por doquier.
Un buen desayuno, variado y suculento, en un marco incomparable. Las cenas no pudimos probarlas...
Juan José